Por Sin Reservas
Cuando el sacerdote reverendo José Alberto Vargas Salazar, durante la lectura a la Primera Palabra, «Padre pérdonalos, porque no saben lo que hacen», en el Sermón de las Siete palabras, pidió al Padre Todopoderoso que perdone:
A los que no se inmutan ante el dolor ajeno, y que prefieren grabar con un celular antes que ayudar.
Nos dejó un mensaje de preocupación, por lo que está sucediendo principalmente con los jóvenes y sus teléfonos celulares, y en menor medida con los más adultos ante las desgracias ajenas, pero jamás imaginabamos que estos últimos iban a ser tan crueles que dejaran que dos menores sostuvieran una pelea hasta que una perdiera la vida, como si se tratara de las malditas peleas de gallos, y solo se limitaran a tomar sus teléfonos y grabar.
Es el caso de la menor de 11 años de edad, Chanel Marit Tiburcio, que murió tras sostener una pelea con otra niña de 12 0 14 años (medios dan distintas edades), hasta que los golpes recibidos en la cabeza acabó con su vida.
La desgracia sucedió a la salida de la Escuela José Amparo, de Los Girasoles, en Santo Domingo Oeste.
La niña le confesó a una amiguita y vecina, que no quería pelear, pero la agresora la ultrajó llamándole cobarde y miedosa, y al esta responderle la atacó, la lanzó al pavimento y le propinó golpes mortales en la cabeza, más los que sufrió con una bicicleta cuando la tumbó.
Esto para las bestias irracionales que se encontraban en el área fue un espectáculo, y se limitaron a grabar y no a intervenir e imponer su autoridad. Más que narran que la niña gritaba, pero ningún adulto acudió en su auxilio.
Esta situación debería de ser condenada, y cuando se pueda comprobar la falta de voluntad de los adultos, que sean pasibles de ser acusados.
Un informe de la Policía Nacional, relata que ambas menores habrían sido sancionadas en la escuela por haber echado ají picante al jugo de otra alumna. Como resultado del incidente, le recomendaron a la madre que no permitiera que su hija (Chanel) tuviera más contacto con su compañera, lo cual habría molestado a esta última, dando origen a la pelea. Esta versión fue desmentida por Pablo Amparo, director de la escuela.
La Policía, informó que la responsable de la muerte fue trasladada a la Oficina de Niños, Niñas y Adolescentes, del sector Villa Juana, en el Distrito Nacional.